RAÚL ZURITA

from Bruno Bends Over, Falls

Translated from the Spanish by Anna Deeny Morales


Bruno Se Dobla, Cae

Al frente las montañas emergen como una gasa de
tul curvándose contra las sombras. La nieve de la
cordillera fosforece levemente, como una gasa que
flota. Arriba las infinitas estrellas y el cielo negro.
Las palabras son leves, las estrellas son leves.

Escuché un campo interminable de margaritas
blancas. Se doblan por el viento. Oigo el gemido de
los delgados tallos al doblarse. El sonido es chirriante,
agudo. Cuando el viento cesa vuelve el silencio.

Bruno. Sólo es una línea blanca que cae y se
levanta. Arriba de la línea todo es negro y abajo
también. Antes está la playa, lo sé, después el mar
hasta el horizonte y luego el cielo. La noche es una
caja cerrada negra, abajo la línea de la rompiente
suena y es blanca.

Bruno era mi amigo.

Bruno Bends Over, Falls

In the foreground the mountains emerge like
tulle gauze undulating against the shadows. The
cordillera snow phosphoresces lightly, like gauze
that floats. Above the infinite stars and black sky.
The words are slight, the stars are slight.

I listen to a never-ending field of white daisies.
They bend beneath wind. I hear the thin stems
moaning as they bend. The sound is shrill, severe.
When the wind dies down the silence returns.

Bruno. He’s only a white line that falls over and
gets up. Above the line everything’s black and
also below. In front of me is the beach, I know,
then the sea up to the horizon and then sky. The
night is a closed black box, below the line of the
breaker sounds and it’s white.

Bruno was my friend.

Las ciudades pequeñas son blancas en la noche.
Adelante está el mar, de él sólo se distingue la
línea blanca de la espuma de la rompiente. El
mar, la noche cerrada.

Escucho al conejo encandilado frente a los focos.
Arriba, la gasa de la nieve de las montañas parece
un tul que le fuera a caer cubriéndole la pequeña
mancha de sangre que ha emergido de su pelaje
pardo. Los focos iluminan otros blancos, otros
pequeños pelajes con sangre.

Una pequeña mota roja de sangre cubierta con la
gasa de la nieve de todas las montañas.

Susana es pequeña

At night the small cities are white. In front
is the sea, of it you can only make out the white
line of foam from the breaker. The sea, the closed
night.

I listen to the rabbit blinded by the floodlights.
Above, the gauze of mountain snow looks like
tulle could fall on him covering the small stain of
blood that’s emerged from his brown fur. The
floodlights illuminate other white, other small
furs with blood.

A small red blood speck covered with the
gauze of snow of all the mountains.

Susana is small

La tierra que cubre a Bruno es negra. La cara
de Bruno es blanca. Pero no sé si es tierra y
no sé si es agua negra o es el aire negro. La
cara de Susana también es blanca bajo el aire
o el agua o la tierra negra.

Escucho el sonido de las margaritas al doblarse.
Susana es una amiga bajo el campo negro de
margaritas blancas.

A pique el cielo negro cae sobre el mar, sobre
el campo negro, sobre la nieve como gasa de
las montañas. Arriba las estrellas se doblan
al unísono de las margaritas bajo el viento.
Las estrellas no emiten sonido alguno,
los tallos de las margaritas gritan y los oigo.

Susana dice palabras bajo el campo o el agua
o la tierra.

The dirt that covers Bruno is black. Bruno’s
face is white. But I don’t know if it’s dirt and
I don’t know if it’s black water or if it’s the
air that’s black. Susana’s face is also white
beneath the air or water or black dirt.

I listen to the sound of daisies as they bend.
Susana’s a friend beneath the black field of
white daisies.

Jagged the black sky falls on the sea, on the
black field, on the snow as gauze from the
mountains. Above the stars bend over at
the same time as the daisies under wind.
The stars don’t emit any sound at all, the
daisy stems scream and I hear them.

Susana says words below the field or the
water or dirt.

Recuerdo un pasaje del mar. Sobre el horizonte el
cielo tiene una diafanidad infinita y escucho el
silencio que se vuelve inmenso.

Bruno era mi amigo. Susana es ahora miles de
Susana. El silencio me devuelve a un camino de
asfalto al lado de las montañas y al pequeño
conejo encandilado inmóvil. Me detengo y
regreso. En el hocico tiene una leve mota de
sangre, también en el pelaje del cuello, casi no
tiene peso en mis manos. Oigo el sonido de las
margaritas al doblarse.

Casi no pesa. Sus incisivos suavemente enrojecidos
parecen chirriarle a la luna. Susana tiene los dientes
apenas rojizos. Su boca abierta le enseña los dientes
apenas rojizos a la luna, como un chirrido.

En la imaginación redacto cartas devastadas de amor.

I recall a sea path. Over the horizon the
sea has an infinite translucence and I
listen to the silence that becomes immense.

Bruno was my friend. Susana is now thousands of
Susana. The silence takes me back to an asphalt
path beside the mountains and the small rabbit
blind still. I stop and return. On its snout it has a
faint spot of blood, also on the fur of its neck, it
doesn’t weigh much in my hands. I hear the sound
of the daisies as they bend.

It barely weighs anything. Its incisors softly
reddened seem to be shrieking at the moon.
Susana has barely reddish teeth. Her open mouth
shows her barely reddish teeth to the moon, like
a shriek.

I imagine I write down letters devastated by love.

Bruno está muerto, Susana está muerta. El campo
negro y atrás la gasa sanguinolenta de la nieve de
las montañas. La rompiente Blanca sube y baja
adelante. Las ciudades pequeñas son blancas en
los caminos de noche. Se asemejan a copos de luz
apareciendo de pronto y luego nada. Alguien los
oyó y ahora son miles de caras blancas, con los
dientes levemente enrojecidos y las cuencas de los
ojos vacías. Mis cartas de amor. Luego nada.

Cruzo pueblos pequeños en la noche. Cruzo
pelajes moteados de sangre. Ambos son leves.
Bruno es leve, Susana ahora es leve.

Las palabras de amor son leves, como la noche es
leve, como los tallos de las margaritas, sin
embargo ellos chillan cuando el viento los dobla.
Chillan y yo los escucho. Mis cartas de amor son
leves. Tienen pequeñas motas de sangre y saliva.

Vuelvo a casa, dice Bruno. Susana también dice
que vuelve a casa.

Bruno’s dead, Susana’s dead. The black
countryside and behind the bloody gauze of
mountain snow. In the foreground the white
breaker rises and falls. The small cities are white
on the paths at night. They look like luminous
flakes that appear for a moment and then nothing.
Someone heard them, and now they’re thousands
of white faces, with teeth slightly reddened and the
hollows of their eyes empty. My love letters. Then
nothing.

I cross small towns at night. I cross furs mottled
with blood. Both are slight. Bruno is slight, now
Susana is slight.

Love words are slight, like the night is slight, like
the cuts in the daisies, but they screech when the
wind doubles them over. They screech and I listen
to them. My love letters are slight. They have small
blood specks and saliva.

I’m going home, Bruno says. Susana says she’s going
home too.

Se dobla, cae

Bruno es una pequeña garrita negra. Susana es
una pequeña garrita negra. Las margaritas se
doblan chirriando. Están las margaritas, la nieve
de gasa de las montañas. La línea de la
rompiente.

Yo lloro una patria enemiga.

Las pequeñas ciudades blancas esperan a Bruno,
las pequeñas ciudades blancas iluminadas por
focos en la noche esperan a Susana. Es día, ellos
ya no están y lloro.

He bends over, falls

Bruno is a tiny black claw. Susana’s a tiny
black claw. The daisies bend over shrieking.
The daisies are there, the gauze snow of the
mountains. The breaker line.

I weep an enemy homeland.

The small white cities wait for Bruno, the
small white cities illuminated by flood-
lights at night wait for Susana. It’s day,
they’re gone and I weep.


Forthcoming in Sky Below: Selected Poems by Raúl Zurita. Chicago: Northwestern University Press, 2016.


Raúl Zurita Canessa (Santiago de Chile, 1950) is one of Latin America’s foremost and celebrated poets. He studied Civil Engineering at the Universidad Santa María de Valparaíso. Along with other artists, in 1979 he founded CADA, Colectivo de Acciones de Arte, an art action group dedicated to the creation of public and political art that would resist the military dictatorship of Augusto Pinochet. His literary works include Purgatorio (1979), Anteparaíso (1982), El paraíso está vacío (1984), Canto a su amor desaparecido (1985), Canto de los ríos que se aman (1993), La vida nueva (1994), Poemas militantes (2000), El día más blanco (2000), INRI (2003), Mi mejilla es el cielo estrellado (2004), Los poemas muertos (2006), Los países muertos (2006), Las ciudades de agua (2007), Poemas de amor (2007), Zurita/ In Memoriam (2007) and Zurita (2011). In 1982 he directed the sky writing of the poem “The New Life” over Queens, New York, and in 1992 he bulldozed “ni pena ni miedo” (“no shame no fear”) into the Desert of Atacama. Zurita has been awarded the Premio Pablo Neruda, the Premio Nacional de Literatura de Chile, and a Guggenheim Fellowship. From 1990-1995, he served as the Chilean cultural attaché to Italy. His works have been translated into English, German, Russian, Italian, Swiss, Chinese, Bengali, Turkish and Hindi. He now lives in Santiago and teaches literature at the Universidad Diego Portales.

Anna Deeny Morales is a dramatist, translator of poetry, and literary critic. Original works for contemporary dance, theater, and opera include La straniera (1997); Tela di Ragno (1999–2002); Cecilia Valdés (2018); and La Paloma at the Wall (2019). Her one-act opera libretto, ¡ZAVALA-ZAVALA!: an opera in v cuts, recently commissioned by the University of North Carolina, Charlotte, and composer Brian Arreola, will debut in 2021. A 2018 National Endowment for the Arts recipient for the translation of Tala by Gabriela Mistral, Deeny Morales has translated works by Raúl Zurita, Mercedes Roffé, Alejandra Pizarnik, Nicanor Parra, Amanda Berenguer, Malú Urriola, and Marosa di Giorgio, among others. She received a PhD from the University of California, Berkeley, and has taught at Harvard University and Dartmouth College. She currently teaches at Georgetown University, and her book manuscript, Other Solitudes, considers transamerican dialogues on consciousness and poetry throughout the last century.